
Es hora de venderse, pero no por intereses propios, sino para el bien de todos, para que así nos enteremos quien es el bueno y quien el malo, dIOS y el demonio, quien va a hacer que te toque el euromillón o quien va a violar a tu hemana. Hay que escoger bien, que son 1460 días escuchando al de turno que está lloviendo cuando en realidad nos están meando.
Pero es que a mi me da que están haciendo ahora el papel, creo que se les nota demasiado. Como cuando se le acerca el reportero molón de turno con preguntillas incomodas y por el pinganillo un grupo de guionistas espabilados les sopla al politicucho estirado la respuesta más ingeniosa. Pero que no, que se nota mucho leñe, es como si uno de estos gobernantes con ansia de votos intentara emular al gran Roco en una de sus orgías para ganar seguidores, lo haría bien o mal, no digo que no, pero no se le notaría natural… nose, parece que lo de estirados y falsos viene con el cargo.
Más curioso es cuando gente tan conservadora se la ve hablando sin corbatas. ¿Cómo lo harán?, no lo entiendo, tendrán un gabinete de psicólogos para tratarlos. Tanto tiempo con corbata tiene que crear apego. Incluso se llegó a ver a unos con coderas, toma ya, ¿ya no quedan fondos reservados para comprar una chaqueta decente en las rebajas?.
Pues eso, lo que digo, que eso de ser espontáneos, sinceros y normales no va con ellos. Es un gremio muy selectivo, muy familiar, esto de las elecciones seguro que se lo toman entre ellos como el sorteo del jamón en una peña de barrio. Con riñas, envidias pero al final se lo comen entre todos.
Ahora me acuerdo de lo que dicen los científicos de las cebras y demás cuando son perseguidos por el león de turno, echan mano del estrés para forzar la máquina al máximo lo que por lo visto desgasta bastante, pero es lógico, se juegan la vida y no siempre están siendo perseguidas. Pero esta gente que para llegar a diputado o algo más se llevan el estrés a cuestas, cuando empiezan en los sindicatos de estudiantes, luego de trabajadores y al final en los partidos (o llegan a dedo por enchufe familiar). Repartiendo puñaladas traperas diariamente para poder llegar arriba del todo, desgastando su salud, su sistema inmunológico. Es normal que lleven ese careto, la otra cara del estrés es la risa. Está demostrado también que reírse es muy saludable, elimina ansiedad.