lunes, 8 de diciembre de 2008

Monella (¡Quiero una bici!)

Ahora entiendo a Induarian, seguro que el muy gañan ni se dopaba ni nada para conseguir tanto mallot amarillo. Fuentes fidedignas nos aseguran que tenía bajo nómina a la santa de Monella la cual le hacía de punta de lanza en sus duros entrenamientos. Seguro que nuestro Indurain le cogía el rebufo para así evitar la resistencia del aire mientras se concentraba en lo que posaba encima del sillín de la hermosa Monella. Y sí, los feligreses muy feligrosos afirman que el sillín huele a gloria bendita, mire ud.


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