lunes, 2 de julio de 2007

Evolucionemos, patanes


La Evolución señores (barra as), buen palabro, que suerte la nuestra que tengamos ésta regla natural para ir avanzando como especie para convertirnos en seres cada vez más ferpectos. Como dicen los entendidos en el tema, en el futuro vamos tendiendo a lo extraterrestre, con cuerpos muy sencillos y frágiles pero con grandes cabezones que llevan un cerebro la mar de apañado para pensar y razonar con temas trascendentes como la existencia de un dios, el porqué de las cosas, la cuadratura del círculo, memorizar la lista de la compra, o dónde has aparcado el ovni la noche anterior. Y nada de tonterías de instintos primitivos como la ira, la envida, el instinto de territorialidad… el sexo… ¿??¿¡!? ¿El sexo?... claro, es un instinto primitivo, agarrado a la raíz de nuestro cerebro y que iremos perdiendo en pos de la Evolución...
Señores (barra as), ya se sabe que los marcianos y demás compadres se reproducen asexualmente, ya sea por esporas, clonándose, o escupiendo en una baticao y 5 minutos al microondas, vaya usted a saber. Como seres súper evolucionados se apartan de la problemática costumbre terrestre del intercambio de fluidos, contacto extremo, penetraciones varias y demás tejemanejes carnales. Que tíos estos extraterrestres, que listos los tíos, no dejan de tener razón, pero no tanto por lo de los fluidos, sino más por lo que hay que liar para encontrar a una hembra que se deje llevar por el roce torpe. Que las copas están muy caras, mire usted (claro que también hay que contar con el atractivo de cada uno), pero sí que se puede decir que ellos si han evolucionados. La de preocupaciones y tinglaos que se ahorran los tíos. Que inteligentes si. Que saber estar.
Pero que aburrido ¿no?, ¿entonces tanta Evolución sólo los ha llevado a jugar bien al ajedrez?... aunque hay días que no se yo que será mejor.