domingo, 26 de agosto de 2007

Putilatex Monja

miércoles, 8 de agosto de 2007

Terminator, la profecía


Impresionante peliculón me pareció cuando la vi la primera vez, a parte de los efectos y la de tiros, esa historia, la paranoia del viaje en el tiempo del Schwarzi llegando en bolas y lo chulo que consigue la ropa en el bar y la salida con esa moto sonando al fondo ese rock… con sus gafas de sol ¡de noche!, claro que era un robot con rayos catódicos de esos para ver bien. Y la escena del sueño de la bomba nuclear, la tía agarrada a la valla despellejándose hasta los huesos… era lo que necesitaba ver uno a esa edad, si señor.
Con el tiempo me ha parecido que la historia de la rebelión de las máquinas no es ninguna tontería, es más, creo que hace tiempo que empezó. Eso sí, solo si cambiamos un detalle, no hablo de robots avanzados y asesinos pisando cabezas de la peña sino de otro tipo de máquinas, las corporaciones.
Como no suelo explicarme bien, hay un documental que explica mejor el tema de las grandes empresas y su forma de funcionar, buscad por ahí “The Corporation” y ya me contareis.
A lo que voy, una gran empresa tiene a gente que pone la pasta y espera que cuando llegue el momento esa inversión le de beneficios, contra más mejor, cómo conseguirlos, importa una mierda. Para esto, hay gente muy bien formada y con un carácter muy especial que piensa de la misma forma, ganar pasta como sea. Esto tan simple crea una estructura muy “engrasada” (mira tú, como una máquina) que se dedica a lo mismo, hablamos de una empresa. Ahora imaginad muchísimas corporaciones gigantescas haciendo lo mismo por todo el mundo, buscando cada vez más beneficios sin importar a quien hay que quitar de en medio, ya sea otra empresa, trabajadores, recursos naturales, etc. Y digamos que con tanto dinero tienen a buenos asesores que les dicen como ser más eficientes y cómo burlar leyes, o donde poner ese dinero para tener a políticos necios muy contentos ( o sobornados que es lo mismo).
Sólo hay que darle tiempo, esta gigante máquina ya está programada, sabe lo que tiene que hacer, tiene todos lo cabos muy bien atados, tiene vida propia y no depende de nadie. Un Godzilla del superávit psicópata y egoista que pisotea el planeta para que los que están a punto de reventar de riqueza tengan mucho más de lo que les cabe en el buche, eso sí, los que no tienen nada que sigan así.
Me rio yo del T800, el robot del Schwarzi, una máquina de tabacos al lado de esta gentuza, mire ud. Por lo menos si se nos llenara todo de robots asesinos veríamos fuegos artificiales antes de irnos a tomar por culo, y no como ahora, que nos mean encima y dicen que llueve.

sábado, 4 de agosto de 2007

Rock Nipon (Ging Nang Boyz)


¡ VIVA JAPON Y LAS JAPONESAS !