lunes, 25 de febrero de 2008

Enfermos sin corbatas ni coderas

Es hora de venderse, pero no por intereses propios, sino para el bien de todos, para que así nos enteremos quien es el bueno y quien el malo, dIOS y el demonio, quien va a hacer que te toque el euromillón o quien va a violar a tu hemana. Hay que escoger bien, que son 1460 días escuchando al de turno que está lloviendo cuando en realidad nos están meando.

Pero es que a mi me da que están haciendo ahora el papel, creo que se les nota demasiado. Como cuando se le acerca el reportero molón de turno con preguntillas incomodas y por el pinganillo un grupo de guionistas espabilados les sopla al politicucho estirado la respuesta más ingeniosa. Pero que no, que se nota mucho leñe, es como si uno de estos gobernantes con ansia de votos intentara emular al gran Roco en una de sus orgías para ganar seguidores, lo haría bien o mal, no digo que no, pero no se le notaría natural… nose, parece que lo de estirados y falsos viene con el cargo.

Más curioso es cuando gente tan conservadora se la ve hablando sin corbatas. ¿Cómo lo harán?, no lo entiendo, tendrán un gabinete de psicólogos para tratarlos. Tanto tiempo con corbata tiene que crear apego. Incluso se llegó a ver a unos con coderas, toma ya, ¿ya no quedan fondos reservados para comprar una chaqueta decente en las rebajas?.

Pues eso, lo que digo, que eso de ser espontáneos, sinceros y normales no va con ellos. Es un gremio muy selectivo, muy familiar, esto de las elecciones seguro que se lo toman entre ellos como el sorteo del jamón en una peña de barrio. Con riñas, envidias pero al final se lo comen entre todos.

Ahora me acuerdo de lo que dicen los científicos de las cebras y demás cuando son perseguidos por el león de turno, echan mano del estrés para forzar la máquina al máximo lo que por lo visto desgasta bastante, pero es lógico, se juegan la vida y no siempre están siendo perseguidas. Pero esta gente que para llegar a diputado o algo más se llevan el estrés a cuestas, cuando empiezan en los sindicatos de estudiantes, luego de trabajadores y al final en los partidos (o llegan a dedo por enchufe familiar). Repartiendo puñaladas traperas diariamente para poder llegar arriba del todo, desgastando su salud, su sistema inmunológico. Es normal que lleven ese careto, la otra cara del estrés es la risa. Está demostrado también que reírse es muy saludable, elimina ansiedad.

Así que si despejo X, me da que la política está enferma ya que no sólo no ríen, sino peor aún, no saben reírse, no les sale. Para conservar la salud, no tomarse muy en serio las mentiras de estos días que son fruto de gente enferma, en vez de eso, a ver películas de los Hermanos Marx que lo primero es la salud, y Groucho es dIOS.

domingo, 17 de febrero de 2008

Cojones (Por Arturo Pérez Reverte)

Ahora me explico las quejas de los extranjeros por sus dificultades con nuestras acepciones. Un ejemplo de la riqueza del lenguaje castellano es el número y acepciones de una simple palabra, como puede ser la muy conocida y frecuentemente utilizada referencia a los atributos masculinos, "cojones".
Si va acompañada de un numeral, tiene significados distintos según el número utilizado. Así, "uno" significa "caro o costoso" (valía un cojón), "dos" significa "valentía" (tiene dos cojones), "tres" significa "desprecio" (me importa tres cojones), un número muy grande más "par" significa dificultad" (lograrlo me costó mil pares de cojones).
El verbo cambia el significado. "Tener" indica "valentía" (aquella persona tiene cojones), aunque con signos exclamativos puede significar "sorpresa" (¡tiene cojones!); "poner" expresa un reto, especialmente si se pone en algunos lugares (puso los cojones encima de la mesa).
También se los utiliza para apostar (me corto los cojones), o para amenazar (te corto los cojones). El tiempo del verbo utilizado cambia el significado de la frase. Así, el presente indica "molestia o hastio" (me toca los cojones), el reflexivo significa "vagancia" (se tocaba los cojones), pero el imperativo significa "sorpresa" (tócate los cojones!).
Los prefijos y sufijos modulan su significado: "a-" expresa "miedo" (acojonado), "des-"significa cansancio" (descojonado), "-udo" indica "perfección" (cojonudo), y "-azo" se refiere a la "indolencia o abulia" (cojonazo).
Las preposiciones matizan la expresión. "De" significa "éxito" (me salió de cojones), o "cantidad" (hacía un frío de cojones), "por" expresa "voluntariedad" (lo haré por cojones), "hasta" expresa "límite de aguante" (estoy hasta los cojones), "con" indica "valor" (era un hombre con cojones) y "sin", "cobardía" (era un hombre sin cojones).
Es distinto el color, la forma, la simple tersura o el tamaño. El color V, violeta expresa "frio" (se me quedaron los cojones morados), la forma, "cansancio" (tenía los cojones cuadrados), pero el desgaste implica "experiencia" (tenía los cojones pelados de tanto repetirlo).
Es importante el tamaño y la posición (tiene dos cojones grandes y bien plantados); sin embargo hay un tamaño máximo (tiene los cojones como los del caballo de Espartero) que no puede superarse, porque entonces indica "torpeza o vagancia" (le cuelgan, se los pisa, se sienta sobre ellos, e incluso necesita una carretilla para llevarlos).
La interjección "¡cojones!" significa "sorpresa", y cuando uno se halla perplejo los solicita (manda cojones!). En ese lugar reside la voluntad y de allí surgen las órdenes (me sale de los cojones).
En resumen, será difícil encontrar una palabra, en castellano o en otros idiomas, con mayor número de acepciones.

Salut collons!!!

lunes, 11 de febrero de 2008

El Show de Ratzinger

Esto me pasa por ser ateo, mira que no ir a misa ni a ver al papa... asi me pierdo estas cosas. Ahora entiendo porque la gente esta asi con las religiones, no es para menos. Si es que tiene un show muy bien montado, ¡que proferionales carallo!.

sábado, 2 de febrero de 2008